Las vacaciones: tiempo para la familia

Las vacaciones son un tiempo para descansar y convivir con la familia. Hemos preguntado al matrimonio Bertrand y a Bernadette Boutin, ambos del Opus Dei, cómo organizan su verano. Son franceses y tienen 6 hijos, de edades comprendidas entre 9 y 20 años.

La familia Boutin.

¿Cómo planeáis vuestras vacaciones de verano ?

Son un momento para el descanso. Cuando todos estamos más tranquilos, es más sencillo estar juntos, y unirnos más como familia. Compartimos planes, hablamos, y lo pasamos bien.

¿Cómo descansar sin aburrirse?

Intentamos hacer planes sencillos pero divertidos. El horario familiar es más relajado: cada uno se levanta cuando cree que debe (siempre antes de las 11 h. en cualquier caso), desayunamos tarde, hacemos pequeños arreglos en la casa y vamos a la piscina municipal.

Comemos juntos y bien, porque una buena comida alegra el corazón. Con frecuencia invitamos a amigos o a los amigos de los hijos, y siempre son bien recibidos. Pido a mis hijos que, aunque haga calor, vengan a comer vestidos dignamente, por respeto a los demás.

En cuanto a las actividades, procuramos montar juegos en los que todos puedan participar, sin límites de edad. No hay tiempo fijo para las tareas del colegio –que cada cual se organice con responsabilidad- pero sí que procuramos leer un poco juntos tras la comida. 

"Cuando todos estamos más tranquilos, es más sencillo estar juntos, y unirnos más como familia. Compartimos planes, hablamos, y lo pasamos bien".

Y nada de videojuegos. Una vez intentamos jugar al ordenador, pero pronto comprobamos que no es nada fácil construir un ambiente familiar delante de una pantalla. Así que preferimos hacer otras cosas.

Por la noche, el límite son las 12. A esa hora, todos acostados.

¿Cómo implicar a los niños en las tareas de la casa?

Tenemos la costumbre de hacer juntos pequeños arreglos domésticos, cada uno según sus capacidades: pintar, lijar madera, llevar la carretilla con cosas los más pequeños, etcétera.

Lo importante es que cada uno haga algo. “Mamá” jamás prepara una comida ella sola, siempre le ayuda alguien. Y en nuestra casa todos, chicos y chicas, saben hacer de todo: poner la mesa, preparar la comida, hacer las comprar, planchar, tender...

¿Y los planes que pensáis los padres tienen siempre el apoyo unánime de los niños?

¡Claro que no! Intentamos, por ejemplo, salir de excursión al monte todos juntos. Aunque alguno no tenga ganas de salir –y se niegue a ponerse las botas de montaña u organize algún otro berrinche-, durante la excursión el ambiente de familia y los juegos improvisados, hace que al final todos los niños estén contentos de haber salido. A veces, acabamos el paseo con un pequeño festín sorpresa (crêpes, bocadillos, helados, etc.)

'Las vacaciones salen adelante cuando esos momentos de pelea o de crisis se solucionan con sentido del humor'.

¿Cómo lograr que los hijos mayores disfruten con los padres en verano? 

No se puede obligar a los hijos a estar continuamente con nosotros, sobre todo a partir de los 15 ó 16 años. Respetando su espacio de libertad, un ambiente festivo puede facilitar las cosas: paseos en barco, por la montaña o en bicicleta, pequeños trabajos en una casa de campo, o planes similares. Cuando los chicos saben que habrá buenos planes, en un ambiente acogedor y familiar, tienen ganas de estar allí.

¿Y Dios en todo eso?

El domingo es el día más importante de la semana, y los hijos lo tienen que notar. Hay que vestirse un poco mejor para ir a Misa. La comida tiene que tener también algo especial (un aperitivo, un postre rico...). Por lo demás, nuestros hijos saben que nosotros vamos a la Misa a diario, que hacemos unos minutos de oración, y que rezamos el Rosario a la Virgen. Algunas veces, por propia iniciativa y porque quieren, vienen con nosotros. Pero jamás les obligamos a hacerlo.

Dejar salir a los niños solos, con los amigos, a veces da un poco de miedo. ¿Cuál es vuestra experiencia?

Enviar a los chicos a un país extranjeros o a un campamento, sin conocer el ambiente en el que estarán, nos parece que supone un riesgo: malas compañías, alcohol, drogas, etc. Confiamos en nuestros hijos, pero a veces la presión actualmente es demasiado fuerte. Por eso estamos vigilantes. Si uno de los mayores quiere ir por ahí con sus amigos, le dejamos. Pero, como cualquier padre, queremos saber con quien va, donde, cuando y cómo.

¿Las mejores vacaciones son aquellas en las que todo el mundo está contento?

¡Bueno, no somos una familia modelo! En nuestra casa, como en todas, hay a veces peleas y riñas, entre los niños o con los padres. El verdadero problema es no desdramatizar esos roces. Las vacaciones salen adelante cuando esos momentos de pelea o de crisis se solucionan con sentido del humor.

¿Y también los padres, vosotros, descansáis?

Durante las vacaciones procuramos encontrar todos los días un rato y al menos un día a la semana para estar los dos solos.

Por otro lado, pienso que es muy cierto eso de que “es la mujer la que hace la familia”. Si la madre está bien, la familia irá bien, y los niños estarán contentos. La mujer puede con todo, pero tiene que cuidar de su descanso, y eso es una preocupación suya y de su marido.