Crónica del viaje del Prelado a Centroamérica (julio y agosto 2014)

Monseñor Javier Echevarría ha finalizado su viaje pastoral por Centroamérica, en el que ha celebrado encuentros en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Este es el resumen.

Durante su estancia en Panamá, el Padre visitó el 5 de agosto del 2014 el Centro de Capacitación Tagua, en Cerro Azul, a 20 kilómetros de la capital. Tagua promueve proyectos educativos en beneficio de las mujeres panameñas

El Centro de Capacitación es un puente entre la necesidad de personal mejor capacitado en el área de Hostelería y la oportunidad para que muchas mujeres adquieran una preparación profesional cualificada y a corto plazo.

El Prelado animó a las jóvenes que allí se forman a estudiar con el objetivo de colaborar con el país y dignificar a la mujer, a sus familias y a la sociedad. Durante la visita Mons. Echevarría pudo ver el trabajo que instructoras y alumnas realizan en los diferentes ámbitos: cocina, lavadero, office, etc.

El Prelado animó a las estudiantes a no ver “Tagua como algo ajeno, sino como parte de vuestra familia”. Les comentó que las instructoras les ayudan a “capacitarse profesionalmente y también, a quienes lo desean, a crecer como hijas de Dios”. Les fue sugiriendo cómo pueden encontrar a Dios en su trabajo, que es un servicio directísimo a los demás y que repercute en la mejora de toda la sociedad.

Luego siguió un rato de charla informal: las alumnas le enseñaron al Padre una foto de un oso perezoso que había intentado meterse a la casa; otra le contó que acababa de hacer la primera comunión; etcétera.

Al final le regalaron un mapa de Panamá fabricado por las alumnas, que mostraba todas las provincias y comarcas del país, en el que aparece un burro en viaje hacia Saxum con sus alforjas cargadas de billetes enrollados. Ese dinero es fruto de una colecta que las alumnas han hecho para colaborar en ese proyecto en Tierra Santa. El Padre, muy agradecido, les dijo que por ser tan jóvenes, tendrán ocasión de ir algún día a Saxum ellas mismas.

Antes de la visita al Centro de Capacitación Tagua el Prelado dedicó un altar en el oratorio de una casa de retiros espirituales llamada “Cerro Azul”, contigua al Centro de Capacitación Tagua.

Durante los días en que el Padre estuvo en Panamá también visitó al Nuncio Apostólico, Mons. Andrés Carrascosa, en la Nunciatura Apostólica.Mons. Carrascosa mencionó el gran impacto que está teniendo el Centro de Capacitación Tagua para el desarrollo de la mujer panameña.

Visitó también a Mons. José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá y presidente de la Conferencia Episcopal Panameña. Mons. Ulloa invitó al Prelado a venerar en la Catedral a la imagen de Nuestra Señora de La Antigua, visita que el Padre pudo hacer ese mismo día.

CATEQUESIS EN PANAMÁ

El Padre terminó su visita a Centroamérica en Panamá. El 4 de agosto tuvo un encuentro con familias en el Teatro Anayansi, en el Centro de Convenciones Atlapa. Aproximadamente 2,000 personas asistieron a la tertulia.

El Padre inició haciendo referencia a un mapa de Panamá donde leyó un texto que decía: “Panamá une al mundo”. Con esa mención, aprovechó para hablar de unidad, de fraternidad y universalidad. También de valores cívicos y de ser buenos ciudadanos; incluso hizo referencia a cuidar detalles, por ejemplo de no tirar basura a la calle y de usar basureros.

La primera pregunta la hizo Cristela, oftalmóloga. Comentó que por su consultorio pasan miles de pacientes a los cuales se les practican cirugías que les permiten recuperar la vista natural. Preguntó sobre sobre cómo practicar también cirugías en el alma de sus pacientes para que muchos de ellos recuperen el sentido cristiano. El Padre contó del cariño con el que una persona que trabajaba en un hospital en labores de limpieza trataba a un paciente que tenía poca visión sobrenatural y tenía una postura muy autosuficiente. Esa persona también rezaba por el paciente. Finalmente antes de morir el paciente pidió recibir los sacramentos.

Julio, médico oncólogo, hizo la segunda pregunta sobre la recuperación de espacios de diálogo y de verdadera comunicación en tiempos de redes sociales y la tecnología informática. El Padre respondió que esos instrumentos son buenos y facilitan muchas cosas, cumplen con su cometido, pero no deben reeplazar la comunicación personal. Hizo una broma refiriéndose a Twitter y cómo a veces estando en la misma casa algunos se comunican por ese medio. Aconsejó que en una familia, no dejaran de preguntarse cosas sencillas pero que ayudan mucho a mantener la cercanía, desde un “ ¿Cómo te fue hoy?” “¿Qué hiciste hoy?”, con verdadero interés.

Hubo una pregunta sobre la familia y la compatibilidad con el trabajo profesional. La hizo Nalili, casada, madre de familia con dos hijos. El Padre le habló de la importancia del trabajo. También de la tarea estupenda que es llegar a lo más alto profesionalmente hablando; pero si por ese trabajo descuidara la familia, se irá diluyendo la sociedad.

Elvira, que asiste a los cursos del Centro de Capacitación Profesional Tagua preguntó: “¡Qué alegría tenerlo entre nosotros! Lo esperábamos con mucho cariño. Soy Elvira y vivo en Rancho Café, muy cerca de Tagua. Desde hace muchos años, desde que estaba la casita (edificación original de la finca) , ¿se acuerda?, voy a los cursos en Tagua. Hemos visto, paso a paso, crecer esos edificios, que se han construido con el esfuerzo de muchas personas. Quiero contarle, Padre, que a las señoras que vamos los miércoles a las clases de “Hogar sin Límites”, nos hablaron del proyecto “Saxum” que se hará en Jerusalén, y nos ha conmovido; desde entonces, cada miércoles recogemos dinero y lo entregamos para que con nuestra ayuda, tal vez pequeña, pero hecha con mucho cariño, colaboremos para que ese sueño se haga realidad pronto, y desde el Cielo, nos bendigan San Josemaría y don Álvaro”.

El Padre aprovechó la pregunta para pedir oraciones por Tierra Santa, para que haya paz.Habló, entre varios asuntos, de la labor que se hará en Saxum formando a guías para los lugares santos. Mencionó que Saxum será un lugar donde muchas personas se acercarán a Jesucristo.

Jorge mencionó que es de un pequeño pueblo de la Provincia de Chiriquí. Su novia viajó de Estados Unidos para acompañarle a la tertulia con el Padre. La pregunta fue sobre cómo llevar un noviazgo limpio. El Padre le habló del respeto mutuo, de mirarse limpiamente, de no manchar el amor, de tener una foto de la novia en el escritorio de trabajo. Animó a vivir un noviazgo limpio para luego vivir un matrimonio limpio. El Padre aprovechó para hablar de la moda y de cuidar la modestia y el pudor, aunque el lugar sea cálido.

Andrea preguntó sobre la importancia de la formación doctrinal y el valor del compromiso. El Padre aprovechó para aconsejar leer el catecismo de la Iglesia Católica, de la necesidad de formarse el alma y la cabeza. Habló de la importancia de visitar enfermos y personas que viven en la pobreza. El Padre afirmó que ser católico no es equivalente a mediocridad y que no podemos desentendernos de las personas a nuestro alrededor y que debemos ser fieles a nuestros compromisos; si lo somos otros nos serán fieles.

Hubo una pregunta relacionado con la santidad, el estudio y el trabajo y como algunos por miedo o comodidad no se plantean luchar por ser santos. La hizo Miky, venezolano, quién empezó pidiendo oraciones por su país. El Padre aprovechó para hablar del espíritu de la Obra y de santidad en medio del mundo. Abordó de nuevo algunos temas relacionados con la familia y el matrimonio. Puso el ejemplo de un matrimonio que estaba apunto de divorciarse y el esposo consultó con un amigo. El amigo le animó a tener un detalle con su esposa, por ejemplo llevarle flores. Al principio no le hizo caso pero al final pensó que nada perdería. Le llevó las flores a la esposa y eso fue el principio de la reconciliación. El matrimonio permaneció unido.

Al final de la tertulia el Padre volvió a hablar de unidad, fraternidad y pidió oraciones por el Papa Francisco.

ENCUENTRO DE CATEQUESIS EN SAN JOSÉ (COSTA RICA)

El domingo 3 de Agosto, en el Centro de Eventos Pedregal, el Prelado mantuvo un rato de charla con miles de personas. Como es habitual, Mons. Echevarría respondió a las preguntas que le dirigían los asistentes.

El Padre de modo muy cariñoso inició contando que cuando planearon venir a Centroamérica, no se percataron de que estarían por Costa Rica para el día de nuestra Señora de Los Ángeles, Patrona de Costa Rica. Pidió el Padre que los asistentes se preguntaran "¿Qué hacemos nosotros por La Negrita?" (como cariñosamente llaman a la Virgen de los Angeles en Costa Rica)? Y añadió que "no se trata solo de ir a pedir o agradecer a la Virgen, sino de lo que nosotros haremos por ella, para agradecerle que esté pendiente de nosotros todo el día".

Animó a los asistentes a "no conformarse con ir a Misa sólo los domingos. Procuremos hacerlo más frecuentemente, porque el Señor nos espera en la Eucaristía todos los días".

El Padre habló también del Evangelio del día, sobre un detalle muy especial cuando Jesús invita a sus discípulos: “recoged lo que sobra”. "Podemos considerar que Jesús lo hace para que vivamos la pobreza; porque muchos hermanos nuestros viven con lo mínimo".

Juan José contó al Padre que era nacido en Costa Rica pero de origen libanés, que estaba apoyando el proyecto de Saxum, y le preguntó cómo esta iniciativa que cumplía un deseo de San Josemaría e impulsada en memoria de Don Alvaro podría colaborar a traer paz a esa tierra bendita de Israel. El Padre le contestó que en este viaje ha procurado encomendar este asunto, "siguiendo las noticias sobre Israel y Gaza y muy unido a la oración del Papa, que también está orando por la paz en esta parte del mundo". Luego se extendió más hablando de los alcances del Proyecto.

Alicia, nicaragüense radicada en Costa Rica, líder comunal de la comunidad de La Carpio, hizo un recuento de su vida en este país como empleada del hogar y de cómo ha ido conociendo a Dios y a buscar la santidad en medio de sus actividades ordinarias, de cómo ha cambiado su vida desde entonces. Comentó que mucha gente piensa que el Opus Dei es para gente rica, pero que ella sabe que también es para gente pobre, que ella es un ejemplo de ello, así que le pidió que hablara de que el Opus Dei es para todos.

El Padre le contestó con una fábula y luego dijo que el Opus Dei "nació entre los pobres y enfermos y que llega a todos los rincones del mundo; no solo a nuestros pueblos pobres, sino también a Nueva York y Londres, por ejemplo, pues en todos lados hay personas que necesitan de Dios. Hay muchos en el Opus Dei que no tienen recursos y aún así lo dan todo, que es su propia vida…"

Puso como ejemplo a la primera mujer del Opus Dei, una indigente que se acercó a pedirle limosna, y al no tener nada que darle, San Josemaría le dio la bendición y le pidió que rezara por una intención especial. Años después la encontró en un hospital para pobres y al preguntarle qué hacía allí, ella le respondió: que ofrecía su vida por esa intención, que era, nada más y nada menos, que la labor futura del Opus Dei.

Luego intervino Ramiro quien junto con su esposa trabajan para la asociación de orientación familiar y le pidió que recomendara cómo mostrar a muchos la fórmula para sacar adelante con éxito a la familia, núcleo fundamental de la sociedad y de la iglesia. "No nos dejemos imponer lo que no es bueno para nuestras familias. El matrimonio es entre un hombre y una mujer y es indisoluble, y hay que recibir los hijos que Dios quiera daros". Invitó a los matrimonios a no cerrar las fuentes de la vida.

Gloria, periodista, madre de familia, le contó al Padre que recibieron el regalo de que su hijo tenga la vocación a la Obra, e inspirada en el libro “Un Hombre Fiel”, le pidió al Padre que hablara de cómo vivir la fidelidad en diferentes compromisos. El Padre le contestó que "la vocación es un don de Dios, no solo en el Opus Dei, es como si Dios mismo le dijera a esa hija o ese hijo tuyo: cuento contigo, quiero servirme de ti".

Continuó Humberto Ortega, cooperador, cubano de nacimiento con 17 años de residir en Costa Rica y aprovechó la pregunta para contarle al Padre cómo se enamoró del proyecto educativo inspirado en San Josemaría que ya funcionaba en este país. Le preguntó cómo impulsar una educación más humanística y cristiana. Antes de responderle la pregunta, le dijo que no olvidara nunca a su país de origen y a la vez que amara a este país que le abrió los brazos de par en par; que no se sintiera un ciudadano cualquiera más, sino un costarricense total. Para contestar su inquietud le contó que San Josemaría rezaba mucho y hacía ayunos por la educación de los niños y las niñas.

La tertulia llegó a su fin con el rezo del Angelus y el Padre pidió oraciones por las autoridades del país.

BASÍLICA DE LA VIRGEN DE LOS ÁNGELES (COSTA RICA)

Al igual que en su primer viaje a Costa Rica en enero del 2000, el Prelado quiso visitar a la Negrita, como cariñosamente llaman los ticos (costarricenses) a la Virgen de los Ángeles.

El Padre llegó alrededor de las 10:30 de la mañana a la Basílica. Pudo ver los gentíos de costarricenses que, por estar ya próxima la fiesta de la Virgen de los Ángeles, el 2 de agosto, se acercaban al santuario. Dentro de la Basílica, cientos de fieles saludaban a la Virgen y otros esperaban el inicio de la Misa programada para los fieles de una de las diócesis que ese día iban en peregrinación.

Mons. Ulloa y el Padre subieron por la parte posterior de la Basílica y entraron directamente a Sacristía. El Padre pidió ir primero a la capilla del Santísimo. Entró junto a Mons. Ulloa y estuvieron rezando un buen rato frente al Sagrario. Seguidamente se dirigieron al presbiterio de la Basílicay se arrodillaron delante de la Negrita. El Padre estuvo rezando allí un buen rato.

Al retirarse, varias personas que trabajan en la Basílica y otros que se encontraban ahí para participar en diversas actividades organizadas por la festividad, se le acercaron, le saludaron y le pidieron una foto con él. Casi al final de su visita a la Basílica el Padre también saludó a Mons. Oscar Fernández, obispo de la Diócesis de Puntarenas. Al final se despidió de Mons. Ulloa y le agradeció sus atenciones.

Pocos días después el Prelado haría mención varias veces a la piedad de tantas personas que se acercan a la Virgen de los Ángeles y se refirió a la Romería al ver imágenes de la gran multitud de gentes dirigirse a Cartago el 1 de agosto por la noche, víspera de la Solemnidad.

De camino a San José, después de la visita a la Basílica, en un barrio de Tres Ríos, Cartago, el Padre hizo una breve escala en un cementerio donde están enterrados varios antiguos fieles del Opus Dei, entre ellos José Antonio Sauma, Ingeniero Químico, profesor universitario, uno de los primeros fieles de la Obra costarricense, que falleció hace un par de años. El Padre rezó un responso con los que le acompañaban en dos lugares distintos del cementerio.

Por la tarde el Prelado visitó a Mons. José Rafael Quirós, Arzobispo de San José. La reunión tuvo lugar en el Palacio Arzobispal. Estuvieron presentes varios sacerdotes de la Arquidiócesis. A Mons. Javier Echevarría le acompañaron Mons. Fernando Ocáriz, Vicario General de la Prelatura y Mons. Luis Baura, Vicario Regional del Opus Dei en Costa Rica.

PROYECTO EDUCATIVO SURI (COSTA RICA)

El Prelado ha llegado a Costa Rica, donde realizará su catequesis entre el 30 de julio y el 3 de agosto de 2014. Allí, entre otros eventos, ha visitado el Proyecto Educativo Surí, un centro educativo para chicas y mujeres situado en Pavas, al oeste de la provincia de San José (Costa Rica).

Allí, en la década de los años sesenta, surgió un floreciente desarrollo residencial e industrial. Las familias campesinas, dedicadas a la recolección del café, perdieron sus empleos y las mujeres tuvieron la necesidad de generar ingresos para sus hogares.

Fue así como un grupo de señoras decidió apoyarlas organizando cursos de manualidades y panadería, complementando con detalles de urbanidad y la formación doctrinal y de valores.

En 1974 abrió las puertas el Instituto Profesional Femenino, un colegio de secundaria para las hijas de las señoras; la instrucción técnica de la mujer adulta ha continuado bajo la responsabilidad del Centro de Capacitación, que funciona en las mismas instalaciones de Surí.

En 2007 se estrenó un moderno edificio de más de 3.000 metros cuadrados de construcción y cambió su nombre a Proyecto Educativo Surí. En estos 50 años por sus aulas han pasado más de 30.000 mujeres.

El Prelado pidió a las alumnas que sean muy buenas estudiantes y que estén siempre alegres. En la visita que hiciera al colegio, el Padre bendijo un cuadro de la Virgen, elaborado con piezas de cerámica, y mencionó que le daba "mucha alegría bendecir una imagen de Nuestra Madre Santa María".

Surí es una iniciativa de proyección social. Las alumnas son becadas en un alto porcentaje. El dinero que sus familias no pueden aportar se gestiona con donantes. Un ambiente positivo de formación cristiana y de altos valores académicos, es lo que motiva a que las alumnas den lo mejor de sí y alcancen un futuro con muchas oportunidades.

Lucía Zamora, directora académica, y Sofía Jiménez, directora de orientación, mostraron al Padre una fotografía de las alumnas para que la bendijera y le obsequiaron un pequeño adorno que representa a las estudiantes y el deseo de que sean muchas más muchachas las que lleguen a estudiar a Suri.

Durante los preparativos para la visita del Padre las alumnas, el personal y el patronato elaboraron una colorida manta de bienvenida.

El Padre se despidió y agradeció mucho las muestras de cariño por parte del personal docente, las alumnas y sus familias y las personas que colaboran de distintas maneras con la institución.

DIRIAMBA (NICARAGUA)

En Nicaragua, el Prelado ha visitado las instalaciones del Centro Social Vega Baja. A unos 45 kilómetros de Managua, Vega Baja es una iniciativa orientada a la formación de la mujer en el municipio de Diriamba.

Este centro promueve la educación técnica en cocina y hotelería para muchas mujeres del lugar, además las capacita en Emprendedurismo y formación humana. La iniciativa ha ido saliendo adelante gracias a donaciones conseguidas en el país y ayudas internacionales.

El Prelado aconsejó a los presentes que se pusieran en el lugar de las personas para servirlas mejor. Al final plantó una palmera con la ayuda de los miembros del Grupo Promotor.

MANAGUA (NICARAGUA)

El lunes 28 de julio, Mons. Javier Echevarría llegó a Nicaragua para iniciar la segunda parte de su recorrido por América Central. En los días anteriores estuvo en Guatemala, Honduras y El Salvador. En 1992, el Opus Dei comenzó sus labores apostólicas en Nicaragua y desde entonces desarrolla diferentes iniciativas de formación humana y asistencial en el país.

El Padre tuvo un encuentro con familias en el Centro de Convenciones del Hotel Crowne Plaza en Managua el día 29. Asistieron alrededor de 900 personas.

El Padre inició el encuentro con familias diciendo sentirse nicaragüense y afirmando que "desde que he llegado, he rezado por vosotros y con vosotros" y animó a los asistentes a "que os sintáis con la obligación de ayudar a todas las gentes".

Varios de los asistentes pudieron hacerle al Mons. Javier Echevarría preguntas sobre distintos aspectos de la vida cristiana. Mireya, madre de familia, le preguntó cómo evitar que el materialismo afecte a la educación de los hijos. El Prelado le animó a que se enseñe a los hijos "la importancia de reconocer las necesidades de las personas y a no dejarse dominar por los caprichos, mientras se vive pendiente de las necesidades de los demás".

El Padre recordó que el Papa insiste en que hagamos muy bien las cosas, que no podemos ir a las periferias si abandonamos el lugar donde Dios nos ha puesto

Pedro, un profesional joven, preguntó cómo servir mejor a la Iglesia y al Papa. El Padre recordó que el Papa insiste en que hagamos muy bien las cosas, que no podemos ir a las periferias si abandonamos el lugar donde Dios nos ha puesto. Animó el Padre a que se interese y quiera mucho a la gente que están en las periferias.

Alejandro es arquitecto, está casado y es padre de un niño. Le pidió al Padre la fórmula para santificarse en el trabajo y santificar a los que trabajan con él. "Todo lo que hacemos es materia de trato con Dios. Te recomiendo que uses un crucifijo y te ayudará a darle gracias a Dios por lo que sale bien y también por si hiciste algo mal para que le pidas perdón".

Al finalizar, dijo a los asistentes "Quered mucho al Papa y a los obispos de Nicaragua", les pidió también que lo ayuden con sus oraciones y luego les dio su bendición.

Ese mismo día, por la mañana el Prelado tuvo un encuentro con el Card. Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua. El día anterior el Padre tuvo un encuentro con un grupo de universitarios y jóvenes estudiantes. Participaron en esta actividad un grupo de voluntarios universitarios españoles y otro de italianos que viajaron a Nicaragua para llevar a cabo labores sociales en distintas partes del país.

Esta es la segunda oportunidad en que el Prelado visita Nicaragua, pues lo hizo ya en el año 2000 cuando se encontraba vivo el recuerdo de la catástrofe del huracán "Mitch" en el país. En aquella oportunidad el Padre animó a las personas con las que se encontró, a realizar actividades en bien de los damnificados y para la reconstrucción de la zona, cosa que se realizó ininterrumpidamente durante casi 10 años.

Gracias a ese impulso, nicaragüenses junto con grupos de voluntarios de varios países reconstruyeron escuelas, se construyeron aulas nuevas, comedores escolares e instalaciones deportivas, aparte de actividades formativas con niños. El miércoles 30 el Padre viajará a Costa Rica, país donde estará antes de concluir su visita pastoral a Centroamérica en Panamá.

EL SALVADOR

De regreso en El Salvador, catorce años después de su última visita pastoral, el Prelado apeló directamente al sentido de paz y espiritualidad de los salvadoreños: "Que no pase ni un día sin que le pidamos a Dios por este hermoso pueblo", instó a las familias presentes, quienes escuchaban con atención.

"Dios nos quiere proteger siempre y nosotros nos apartamos de Él... Sin embargo, ¡cuánto desea Dios de vosotros!", reflexionó.

Monseñor Echevarría llamó a perdonar y a rezar por los demás, "incluso por los que están equivocados. Sepamos perdonar... Os pido que os queráis, aún a quienes pueden estar equivocados", exhortó, y luego llamó a orar por las autoridades civiles, militares, eclesiásticas y las que gobiernan a la sociedad salvadoreña.

Ante todo, remarcó: "En el trabajo, en las actividades, en el descanso, sean hombres y mujeres de alegría".

Monseñor Echevarría le pidió a los salvadoreños que "nunca pasen con indiferencia ni por los lugares ni por las personas...", pero sobre todo se refirió con familiaridad en especial a los jóvenes.

Una señora que le manifestó que padece de un cáncer desde hace dos años y medio. "El Señor permite el dolor -explicó el Prelado- porque es un elemento esencial para la conversión", le explicó. "San Josemaría consideraba la enfermedad como un don y le daba gracias a Dios por bendecirlo así", subrayó con conocimiento de causa, pues fue su secretario.

Entre las personas que hablaron con él había un matrimonio no católico, que manifestó que tres de sus siete hijos son miembros del Opus Dei. Monseñor Echevarría celebró que los salvadoreños son un pueblo que ama a Dios. Como cristianos y cristianas, "no pueden prescindir de querer a todo el mundo", afirmó.

Su consejo final fue: "no voléis rasantes como aves de corral sino como águilas".

TEGUCIGALPA (HONDURAS)

Cerca de cuatro mil personas se dieron cita en el Centro Escolar Antares de Tegucigalpa para compartir con el Padre en un ambiente familiar la mañana del jueves 24.

El Padre comenzó diciendo que le daba mucho gusto encontrarse con sus hijos hondureños y recordó que san Josemaría y don Álvaro estuvieron siempre muy agradecidos con esta tierra de Honduras.

El Prelado recordó que san Josemaría y don Álvaro estuvieron siempre muy agradecidos con esta tierra de Honduras

Contó que antes de llegar al Centro Escolar Antares, había pasado un momento a saludar a la Virgen en la Basílica de Nuestra Señora de Suyapa, Patrona de Honduras. Además, aprovechó para bendecir en los jardines de la Basílica una imagen de la Virgen en estado de buena esperanza, de un monumento dedicado al no nacido. Animó con insistencia a rezar por la familia y por el Papa.

El Prelado planteó que para hacer apostolado debe ser una mujer de paz, con una sonrisa permanente, acercándose a la gente sin respetos humanos para explicarles la fe y explicarles que son hijos de Dios.

Ante la pregunta de Andrés sobre cómo ver lo que quiere Dios de cada uno, y luego llegar a querer eso que Dios quiere, el Padre le recordó que san Josemaría, cuando tenía una edad similar a la suya, había barruntado el amor. Además, le animó para que, al igual que Bartimeo hizo al pasar Jesús por el camino, ante la pregunta de Nuestro Señor qué quieres que te haga repitiera aquella respuesta… Señor, ¡que vea!

Bernarda le preguntó al Padre cómo hacer más apostolado con la gente de su comunidad

Bernarda, madre de dos numerarias auxiliares, vive en una comunidad a seis horas de Tegucigalpa. Contó al Padre que había conocido la Obra a través de sus hijas, al estudiar en la Escuela de Hotelería Los Sauces. Felices, ella y su esposo por la vocación de sus hijas, que se encuentran una en San Pedro Sula y la otra en Uruguay. Además de difundir la devoción a san Josemaría y a don Álvaro en su pueblo, le preguntó al Padre cómo hacer más apostolado con la gente de su comunidad.

El Padre respondió ―recordando a san Josemaría y a don Álvaro― que siempre agradecían mucho a Dios por la Administración de los Centros, que hacen del Opus Dei una familia. Le planteó que para hacer apostolado debe ser una mujer de paz, con una sonrisa permanente, acercándose a la gente sin respetos humanos para explicarles la fe y explicarles que son hijos de Dios.

Después de dar la bendición, el Padre saludó a los enfermos que se encontraban cerca del estrado.

Aída, madre de tres hijos, refirió al Padre que su esposo había fallecido hace un año y medio de forma repentina. Ambos estuvieron en la tertulia de hace catorce años en la primera visita del Padre a Honduras. Preguntó al Padre, qué hacer en esos momentos de dificultad en los que la alegría se pierde y se siente más la ausencia de los seres queridos.

El Padre le respondió que no podíamos quedarnos parados en el dolor, los amores no se pierden cuando se deja esta tierra. "Habla más con Dios, no debes dejar de querer y contarle todo a tu marido ―cuéntale el día a día― piensa que él está cercano a ti".

Después de dar la bendición, el Padre saludó a los enfermos que se encontraban cerca del estrado.

EN SAN PEDRO DE SULA (HONDURAS)

En su visita a Centroamérica, Monseñor Javier Echevarría, después de Guatemala, ha pasado un tiempo con sus hijos de Honduras. Primero se detuvo en la ciudad de San Pedro Sula donde alrededor de 800 personas compartieron con él un encuentro, con el calor de familia que suele dar la gente sampedrana.

Al llegar el Padre, le recibieron dos familias y unos niños le entregaron regalos. Betty dio la bienvenida oficial a tierras hondureñas.

"Fomentar el perdón pasa por vivir la caridad, ver en todos a Cristo, ver con los ojos de Cristo", dijo Mons. Echevarría

Fouad, nacido en Beth Sahur, relató al Padre que a uno de sus nietos le diagnosticaron leucemia y le pidió que rezara por él. Aprovechó además para preguntar, cómo fomentar el perdón en un país en el que se vive tanta inseguridad y violencia.

"fomentar el perdón pasa por vivir la caridad, ver en todos a Cristo, ver con los ojos de Cristo"

Ante la intervención de Fouad el Padre respondió que en la Obra siempre se ha rezado por los enfermos y que tuviera la seguridad que rezaría por su nieto. Luego añadió que fomentar el perdón pasa por vivir la caridad, ver en todos a Cristo, ver con los ojos de Cristo. Agregó que es necesario preocuparnos porque la formación llegue a todos sin excepciones.

A un joven empresario, el Prelado le dijo que lo primero era dar un trato justo y aunado a esto, que tomáramos conciencia que el ejemplo es fundamental y arrastra

José, un empresario joven, que estaba en la tertulia preguntó al Padre, cómo podemos hacer para que las personas que trabajan con nosotros conozcan más el Evangelio.

El Padre le respondió que lo primero era dar un trato justo y aunado a esto, que tomáramos conciencia que el ejemplo es fundamental y arrastra; que debía procurar conocerlos uno a uno, interesándose por ellos, sus familias y sus cosas.

Una cooperadora, madre de tres hijos preguntó al Padre, qué hacer en esos momentos en los que se pierde la paciencia con los hijos.

La invitó para que, a imitación de san Josemaría y don Álvaro, luchara por ser alma eucarística y alma de oración, no olvidando que la paz procede de la lucha sostenida por parecernos cada día más con Jesucristo.

Una cooperadora, madre de tres hijos preguntó al Padre, qué hacer en esos momentos en los que se pierde la paciencia con los hijos.

Aunque el Padre estuvo cerca de 40 minutos, el tiempo pareció corto. Al terminar la tertulia, los asistentes se mostraron animados a poner en práctica las enseñanzas del Padre para mejorar su vida cristiana.

EN CIUDAD DE GUATEMALA (GUATEMALA)

Diez mil personas se dieron cita para asistir al encuentro con el Prelado del Opus Dei en el Estadio Cementos Progreso, el domingo 20 de julio.

Desde el comienzo el ambiente fue muy familiar y el Padre –como se le llama cariñosamente en el Opus Dei– bromeó diciendo que si se aplaudía mucho llegaría más rápido el momento en que le avisarían que había que terminar la tertulia. Mencionó que se encontraba muy a gusto con sus hijos guatemaltecos y agradeció las muestras de cariño en esa reunión.

Ana María hizo la primera pregunta narrando un favor atribuido a la intercesión de don Álvaro del Portillo: su hija mayor, Anita, padeció una seria escoliosis y debió ser sometida a una seria intervención quirúrgica, que contra todos los pronósticos pudo ser realizada de inmediato, cuando lo ordinario es estar en lista de espera durante varios meses.

El Padre refirió varios detalles de la santidad de don Álvaro, animando a los presentes a acudir a su intercesión

Además la recuperación fue tan rápida que el médico comentó: “esta niña tiene alguien que le ayuda desde el cielo, porque no se puede explicar de otra manera su recuperación”. Gracias a Dios, y a la intercesión de don Álvaro, Anita está muy bien y podrá asistir a la beatificación de don Álvaro en septiembre próximo, en Madrid. El Padre refirió varios detalles de la santidad de don Álvaro, animando a los presentes a acudir a su intercesión.

Luego intervino Francisco, padre de nueve hijos, quien conoció la Obra hace pocos años, quien preguntó al Padre sobre la alegría de las familias numerosas y cómo influir en la recristianización de la sociedad, a lo que el Padre respondió que debería de estar muy agradecido con Dios por el privilegio de tener una familia numerosa, y que podía hacer mucho apostolado con el ejemplo y hablando con sus amigos.

Continuó Dominga, quien habló en cakchiquel, una de las lenguas mayas mayoritarias en Guatemala. Su esposo tradujo la pregunta, diciendo que quería saber cómo ayudar a sus hijas en su vocación. El Padre contestó que la tarea como padres no terminaba, que debían rezar siempre por la fidelidad de sus hijas y que deberían de estar muy agradecidos a Dios por esa gran predilección.

Todavía hubo tiempo para otras dos preguntas más. Todos los asistentes salieron muy removidos y con deseos de mejora en su vida cristiana. El buen clima de Guatemala se hizo presente –aún estando en temporada lluviosa–, por lo que logró dar fe de la conocida referencia a Guatemala como “país de la eterna primavera”.