Mirovslav Mazuch vive en Martin (Eslovaquia). Es juez. Está casado y tiene cuatro hijos.
“Por diversas circunstancias, me encontraba necesitado de un refuerzo interior. De forma casual entré en la página web de la Obra y enseguida me interesó; se hablaba de algo que necesitaba.
Me puse en contacto y participé en un curso de retiro. Me enriqueció mucho, y me hizo reflexionar sobre el espíritu de humildad, la veracidad, el empeño por pasar ocultos... Ser como el acero por dentro y como el terciopelo por fuera.
Veo el mensaje de san Josemaría, a la vez moderno y atractivo, como si lo hubiera formulado para mí, que estoy inmerso en el mundo.
Mi cooperación se traduce en ayudar en cosas concretas, en pequeñeces, según las necesidades. Por ejemplo, ayudo a que podamos tener cada mes el día de retiro en Martin: para mí representa una gran alegría”.