Hogares en los que se transmite la fe y el sentido cristiano de la vida

El pasado sábado 16 de septiembre se celebró la 31º Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad, donde se dieron cita seis mil personas para pasar juntos un día cerca de la Virgen.

El día comenzó con la apertura del santuario y los confesionarios a las 9:00, cuando los primeros peregrinos procedentes de diferentes rincones de España comenzaron a aparecer poco a poco por la explanada, conforme avanzaba la mañana. Los voluntarios, con sus distintivos chalecos rojos, informaban a los asistentes de las dudas que pudieran tener e iban indicando los sitios que podían ocupar.

Ángel Lasheras dio la bienvenida a los participantes del encuentro –que este año fueron seis mil, según los voluntarios– con una breve oración en la que les animó durante ese día “a tener una experiencia particular del amor de María por cada uno”. Las familias, los niños que habían recibido la Primera Comunión ese año y las parroquias presentes ofrecieron sus ofrendas a la Virgen, con el posterior rezo del Ángelus.

Ángel Lasheras recibiendo las ofrendas a la Virgen que trajeron muchas familias.
Ángel Lasheras recibiendo las ofrendas a la Virgen que trajeron muchas familias.

A las 12:30, el obispo de Barbastro–Monzón, Mons. Ángel Pérez Pueyo celebró la Eucaristía, el acto central de este día. En su homilía habló sobre la familia como “el valor más seguro” en un mundo en el que cada vez hay más divorcios y menos matrimonios. También destacó que “estamos llamados a una revolución silenciosa, a ser ternura de Dios para el mundo, que necesita a Dios más que nunca. Necesita una Iglesia viva, misionera, corresponsable y martirial”.

Al final de la Misa se leyó la carta que el Papa Francisco escribió a todas las familias participantes con motivo de esta jornada mariana. En ella, el Santo Padre pidió “hacer de los hogares espacios en los que se transmite la fe y el sentido cristiano de la vida”. Al dirigirse a los esposos, el Papa Francisco les animó a vivir su vocación “teniendo como punto de referencia y firme inspiración a la Sagrada Familia".

Mons. Ángel Pérez Pueyo, obispo de Barbastro-Monzón con el resto de autoridades y amigos de Torreciudad.
Mons. Ángel Pérez Pueyo, obispo de Barbastro-Monzón con el resto de autoridades y amigos de Torreciudad.

Justo antes del descanso de la comida, los matrimonios con hijos recién nacidos hicieron el tradicional ofrecimiento a la Virgen de Torreciudad, en el interior del santuario. Ya por la tarde, antes de finalizar la Jornada, se rezó el Santo Rosario en los soportales de la explanada y Ángel Lasheras impartió la bendición con el Santísimo a todas las familias presentes, antes de marchar cada uno a sus respectivas ciudades.

Torreciudad, un lugar de encuentro religioso y desarrollo para Aragón

Este día también contó con la presencia de varias autoridades, como el Director General de Turismo y Hostelería de Aragón, Jorge Moncada, que subrayó que el turismo religioso va a ser uno de los pilares de esta legislatura para el Gobierno de Aragón, porque se trata de un turismo de calidad y como tal ha de ser considerado. “La jornada de hoy refleja muy bien esa dinamización del territorio que merece la pena apoyar”.

Para José Lorenzo Rabal, alcalde de Secastilla, municipio que acoge al santuario y que ha ofrecido en nombre de los vecinos aceite de la localidad, “la valoración es muy positiva, un día excelente con mucha gente y con un impacto económico muy bueno”.

Por su parte, la alcaldesa de El Grado, Mari Carmen Obis, cuyo municipio ha ofrecido a la Virgen una cesta de frutas, apuntó que para ella había sido “una jornada muy emocionante, porque es la primera vez que asisto y ha sido una experiencia muy hermosa. Además, el santuario en la comarca tiene una repercusión tanto religiosa como turística muy importante”.